XIII Salón del Manga

Un nuevo amanecer, un nuevo día. Pero hoy en Barcelona, concretamente en L'Hospitalet, el sol naciente que aparece en el horizonte es japonés. Un sol dedicado a todos aquellos y aquellas otakus que han estado esperando todo un año, escondidos entre las masas acusadoras para ataviarse con sus disfraces y salir a la calle, orgullosos de ser parte de un fenómeno que es mirado con recelo por buena parte de la población. "¡Menudos Frikis!" son sus amados discursos de populacho. No señores, somo OTAKUS, y curiosamente cada día somos más. No importa la edad ni sexo, aqui en el XII Salón del Manga, nos unimos todos para disfrutar de una afición que nos ha calado hondo. Como un año más, yo estaré allí disfrutando del ambiente y este año intentando mostrar en este blogg, algunas de las cosas que he visto y disfrutado.

El año pasado el XII Salón del Manga sólo estuvo durante tres días y por causas del trabajo, el viernes que era el primer día no pude estar. El sábado llegué a las 10 de la mañana, pero parece ser que el gran éxito del salón reunió a tanta gente que desbordó la capacidad del recinto y a esa hora las colas tanto de compra de entrada como la cola para acceder eran exageradas. La organización tuvo que tomar cartas en el asunto y puso un tope de aforo, quedándonos muchos sin poder entrar. El domingo no estaba dispuesto a quedarme fuera, así que aparecí a las 7 de la mañana para hacer cola. ¡¡Ya había gente esperando!! Ese día, aunque el último del salón pude disfrutar de lo que hacía tiempo estaba esperando. Por esta razón, este año me lo he montado de otra forma. De todas formas, aparte de que este año son cuatro días de salón en lugar de tres, Ficomic viendo que el espacio se le había quedado pequeño, este año ha aunmentado las instalaciones en dos más.




La Farga, que es el mismo lugar de años anteriores, pero que en este caso acoge los estands expositores, el área de videojuegos, los talleres, exposiciones y sala de actos. En el Poliesportiu del Centre se convertirá en el escenario de los concursos de Karaoke y Cosplay. Y para terminar, el Centre Cultural Auditori Barradas se encargará de las proyecciones de anime. A los tres locales se puede ir con la misma entrada e incluso la organización ha puesto en servicio un Mangabus gratuito para el desplazamiento. ¡Todo un lujazo!


Crónica del XIII Salón del Manga

El jueves me desperté a las 8:30 de la mañana después de haber dormido sólo unas cinco horas por culpa del jueguecito Zelda, de la DS. ¡Si, lo admito! Le robé la DS a mi mujer, pero es que ella me ha robado mi PSP para el último de los Sims. Pero bueno, a lo que vamos. El día empezó mal. Tardé más de 15 minutos en elegir un libro de pequeño tamaño para leerlo en la cola, iluso de mí pues no leí ni una línea admirando tanto disfraz. Ese retraso me hizo salir pitando de casa escaleras abajo dándome cuenta en la esquina de la calle que no llevaba la entrada. ¡Hay que joderse! Vuelta para casa. Para empeorar las cosas la llave del portal estaba estropeada y tuve que despertar a mi mujer para que me abriera la puerta. Por suerte, mi afición la ve con buenos ojos. Con un "¡Que te lo pases bien!" se despidió ella de un tío que volaba escaleras abajo. A medio camino, suerte que vivo a unos 15 minutos andando, ¡DESASTRE! también me había dejado la máquina de fotos. Esta vez no pensaba volver. A las 9:15 en La Farga ya había muchísima gente, unos 50 metos de cola para comprar entradas y bastantes más para entrar, pero yo ya estoy en la cola.

Caras alegres y sobre todo ilusión. No veo muchos disfraces al principio, algún Naruto desperdigado, que parece ser que sigue siendo el personaje de moda, alguno del One Piece y otros que no logro identificar. Poco a poco el pequeño gentío se convierte en una oleada de aficionados. Ahora la calle se ha convertido en un escaparate de disfraces.


En un momento veo pasar a tres rubios guerreros de Dragon Ball, ¡coño! unos disfrazados de D. Gray Man muy currados. Más Narutos, One Piece parece que se lleva el premio gordo, hay muchos. De repente un hombre se lleva la gran ovación; va disfrazado del Abuelo de la Heidi y en sus hombros está agarrado el perrito Niebla versión peluche. Esto se pone interesante. ¡Así como voy a leer! No quiero imaginar hasta dónde puede llegar la cola a 10 minutos para entrar. Justo cuando pasaba a mi lado una japonesita vestida de Arale con dos amigas de Gatchan con trajes muy curraditos, otra ovación, pero esta vez porque las puertas ya se habían abierto. Son las 10:15 y 14 minutos después, ya estaba en el Olimpo de Manga.



A parte de ver los estands, esa mañana me interesaban un par de cosas en la sala de actos. La primera, una conferencia de El Universo Ghibli a cargo de Manu Robles que no estuvo nada mal, pero que al pobre le faltó tiempo, pues seguidamente había un encuentro con Range Murata, que también me interesaba. Range Murata es un diseñador de personajes nacido en Osaka que viene al salón a presentar la edición española de la revista Robot, en la que es el director y dibujante de las ilustraciones de portada. También se le puede conocer entre otras cosas por el diseño de personajes de Blue Submarine nº5 y Last Exile. El encuentro fue breve pero curioso. Me olvidé preguntarle si tenía previsto participar en otro proyecto anime. ¡Esta cabeza mía! Una vez fuera de la sala de actos me lancé de cabeza a la caza de animes, mangas y merchandising. ¡Que locura! El salón ya esta lleno. La curiosidad de la mañana estuvo en el momento de toparme con un sequito de seguridad. ¿Quién estaba allí tan importante? Más tarde me enteré que eran Akira Yamada, ministro de la embajada japonesa en Madrid y Teruaki Nagasaki, cónsul de Japón que sugún ha dicho, "apuesta por convertir Barcelona en capital del manga en Europa". ¡¡Alucinante!!




A las 13:30 a casita a comer para volver por la tarde con mi mujer, mi hermana y un par de amigos, eso sí, con una bandejita repleta de Mochi para el postre, que son unos pastelitos de arroz rellenos de una mousse de té verde o fresa y que están que te cagas de buenos.


A las 16:00 seguía habiendo mucha gente, pero esto no nos quitó las ganas de comprar. El libro de Range Murata con unas litografías, unas chapitas, una super-figura de la colección de Shunya Yamashita que no tiene desperdicio por cortesía de mi hermanita,

un peluche de Totoro que adora mi mujer y unos cuantos Mochi para quitar un poquito el apetito antes de ir a que me firmara el mismísimo Range Murata. Una vez conseguida la firma salimos del recinto alucinando con toda esta gente disfrazada de sus personajes favoritos que alegran tanto este salón. Sin ellos esto no sería lo mismo. Cansados nos fuimos para casa.



En todos los lugares siempre nos encontramos con los típicos personajes que están fuera de lugar, como algún grupito de Harry Potter's quizá buscando una ubicación para su personaje en territorio nipón o quizá para recuperar el Cáliz del Fuego robado por nuestro querido pirata Luffy del One Piece. Pero lo peor de todo, son los reivindicativos como es el caso de un personaje vestido con harapos, un cartel donde ponía: "La Cosa se come a Naruto" y en su frente escrita la palabra Marvel. No me imagino yo yendo al Salón del Comic de Barcelona vestido de Don Patch y con un cartel que pusiera: "Bobobo le mete los pelos de los sobacos al Capitán América por el culo". No, no quedaría bonito. Y para terminar tenemos al "tocapelotas", como un personajillo que no logramos ver que por megafonía se le ocurrió decir: "¡El comic español mejor que el de Japón!". Imagínense las caras atónitas ante el desafortunado comentario. Me parece estupendo que te encante el comic autóctono que también es muy bueno, pero este no es el mejor lugar para reivindicarlo (días más tarde me entero que se trataba de Berto el "Sobrino de Buenafuente" del programa Buenafuente, valga la redundancia, haciendo un reportaje). Afortunadamente estas cosas son raras de ver y oir.



Al día siguiente quedé con un amigo que nunca había estado en el salón y que tenía muchas ganas de verlo. A las 9:00 ya estábamos haciendo cola y parecía que este día iba haber mucha más gente. A esas horas la calle era un hervidero de disfraces. Esta vez no cometí el mismo error del día anterior y me cargué con la cámara en mano. Abierto estaba el escaparate para todos. Más personajes de innumerables manga, juegos de moda, incluso un atrevido vestido de Hard Gary un cómico japonés que hace sus locuras vestido, si puede decirse vestido, con unos mini shorts y chaleco de cuero.

La gente es genial, no tiene ningún problema en hacerse fotos para mostrar los disfraces que se han hecho a mano y con tanta ilusión. La verdad, son geniales. Aquí dejo una pequeña muestra del ambiente que se vivía alrededor y dentro del Salón. Mi amigo no tenía previsto comprase nada, pero cuando uno entra en el universo Manga pierde todas sus creencias... je, je, je. Nada, el chaval acabó como un servidor el día anterior: cargadísimo. Figuras del Bobobo, de Don Patch, chapas, mangas de Death Note, Bobobo y Slam Dunk. Me sentí orgulloso de verlo tan flipado, y eso que nosotros ya tenemos una edad. Subimos las escaleras para admirar la cantidad de gente que se había reunido que no era poca.


En esta planta elevada se encuentran varias salas: El área de Videojuegos, el Nippon Kombini, la Mangateca con taller de juegos, Taller de Manga y Modelismo, y por último la Sala de exposiciones en la cual habían puesto en su centro un jardín Zen. En el Área de Videojuegos, aparte de estar los jugones a toda máquina encontramos una exposición de los carteles que también habían entrado en concurso, muchos de ellos bastante buenos.



Terminamos destrozados y sentados al lado del estand de firmas, charlando con una parejita cordobesa que era la primera vez que venían al Salón de Barcelona. Estaban alucinados con el ambiente y nosotros también alucinados, pensando en la gente que viene de fuera de Barcelona expresamente a disfrutar de su afición. Eso sí que es afición. Pues charlando seguimos esperando a que nos firmara Shigeyasu Yamauchi,

un preciado director japonés conocido por obra como Dr.Slump, las películas de Saint Seiya, películas de Dragon Ball y Dragon Ball Z, algunos capítulos de Blood+ y unas cuantas más, que no mencionaré pues no acabo nunca. Con él también firmaba el cantante Nobuo Yamada, vocalista de los grupos Urugome y Osamu Metal 80's y también conocido por las canciones de la serie Saint Seiya.

Salimos realmente contentos del salón cargados de material de todo tipo ¡hasta con panfletos de viaje para ir al Tokyo International Anime Fair! Eso sería la leche, pero no hay presupuesto suficiente. ¡¡¡Por ahora!!!.


Quedan dos días más de Salón del Manga, pero creo que por este año ya he tenido suficiente. Estoy destrozado. Sé que me he dejado muchas cosas por ver, pero de esta manera estaré esperando con más ganas el encuentro del año que viene. Espero que os haya gustado este pequeño relato y sobre todo que nadie se moleste si sale en las fotos que he puesto. Pienso que deben estar orgullosos de su disfraces, yo lo estaría. Quizá me anime el próximo año.



¡¡¡Hasta el año que viene.!!!


P.D: A mi gata le ha encantado Totoro.


2 comentarios:

  1. Ja, ja, ja, hermanito, eres genial! Muy divertida tu crónica del salón manga, sobretodo cuando dices " "Bobobo le mete los pelos de los sobacos al Capitán América por el culo". Y los efectos de las fotos... ¿cómo lo has hecho? Jamás lo había visto.
    Nunca pensé que tu amigo se comprara tantas cosas, realmente es un freak.
    Si el año que viene nos disfrazamos, a ti te veo de Vash La Estampida.
    Besitos~

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  2. Hola Don Patch!!
    Mu chulo todo y mola muxo sobretodo despues del curro q t has pegao.. Ahora lo malo: hay afotos q no veo y otras q se comen texto. Es normal? Es problema mio q no tengo suficiente de algo? jeje enhorabuena por todo! Recomiendo la proxima serie: Bobobo.
    Un saludo

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